La familia de los HPV (Papillomaviridae) cuenta con más de 200 tipos virales, se clasifican en tipos de alto riesgo o bajo riesgo oncológico en la aparición de cáncer.

Virus de Alto Riesgo oncogénico: Los tipos de VPH 16 y 18 son los responsables del 70–75% de los cánceres de cérvix. El resto, explican el 25-35% de los otros casos.

Existen más de 12 tipos de alto riesgo por estar asociados a cánceres en humanos, algunos de ellos son 16, 18, 31, 33, 35, 39,45, 51, 52, 56, 58 y 59.

Virus Bajo Riesgo: 6, 11, 40, 42, 43, 44, 53, 54, 61, 72, 73, 81. Los responsables del condiloma en un 90% son fundamentalmente el 6 y el 11 que no se consideran oncogénicos. El contagio es por vía sexual, aunque raramente es posible una transmisión por inoculación a través de las manos o por fómites.

Las lesiones más frecuentes que se dan en el VPH

 Una de las lesiones que pueden aparecer es el condiloma o verruga genital.

 Los Condilomas se caracterizan por ser lesiones verrugosas, pediculadas con una superficie dentada en forma de cresta (o coliflor) y se localizan en las zonas más traumatizadas durante el coito.

 En las mujeres, en vulva, labios, clítoris, introito, zona anal y perianal y con frecuencia también afectan a vagina, uretra y cérvix.

 En varones no circuncidados, la cavidad del prepucio es donde más suelen aparecer, mientras que en los circuncidados aparecen más frecuentemente en las ingles, el periné o la zona anal.

Pueden persistir, resolverse espontáneamente o progresar; está muy en relación con la respuesta inmunológica de nuestro organismo.

 Pueden ser únicas o múltiples, y habitualmente aparecen entre 1 y 15 lesiones con un diámetro de 1 a 10 mm.

¿Qué más debes saber sobre las lesiones que puede producir el VPH?

 El VPH no solo es el responsable de estas lesiones benignas conocidas como condilomas. Además se relaciona con el cáncer cervical, y también con el de vulva, el anal, el oral, y el de pene.

Cuando una mujer se infecta por ciertos tipos de HPV de alto riesgo y no elimina la infección pueden aparecer células anormales en el cuello del útero. Si no se descubren pronto y se tratan pueden convertirse en lesiones precancerosas y después en cáncer con el paso de los años. Pero no te preocupes, deben pasar muchos años (10 o más).

Los factores que pueden desencadenar una progresión a lesión cancerosa son:

  • El tipo de VPH, la persistencia de la infección y la carga viral por unidad celular.
  • Mujeres que no siguen el estudio citológico correspondiente y no son tratadas. El 80% de casos de muerte por cáncer de cérvix en España, son mujeres que no habían participado en un programa de cribado y no habían accedido jamás a una citología.
  • Factores ambientales como el uso de anticonceptivos orales y el tabaquismo.
  • Coinfección con otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), en particular la Chlamydia trachomatis, el virus de herpes simple tipo 2 y la infección por HIV.
  • Mala alimentación y malos hábitos de vida continuados en el tiempo.
  • Antecedente familiar de cáncer de cuello uterino. El cáncer de cuello uterino puede presentarse con mayor frecuencia en algunas familias donde alguna de sus miembros haya padecido dicha patología. Algunos investigadores sospechan que algunos casos de esta tendencia familiar son causados por una condición hereditaria que hace que algunas mujeres sean menos capaces de luchar contra la infección por VPHque otras.
  • Un sistema inmunitario debilitado. El sistema inmunitario es sumamente importante para destruir las células cancerosas,así como para retardar su crecimiento y extensión.
  • Microbiota vaginal. La microbiota vaginal tiene un papel importante en la salud y las patologías que afectan al aparato reproductor femenino. La vagina está compuesta por múltiples poblaciones bacterianas y la disbiosis polimicrobiana de estados normales de salud puede conducir a un mayor riesgo de adquirir infecciones de transmisión sexual y otras infecciones.

Las bacterias de la vagina que se encuentran asociadas a problemas de cáncer en mujeres con VPH incluyen Gardnerella y Sneathia. Otro dato interesante es que también la microbiota de mujeres obesas es distinta a la de mujeres delgadas y con abundancia de Clostridium.

La lenta progresión y transformación de estas lesiones precursoras hasta el desarrollo del cáncer permite establecer un protocolo diagnóstico y tratamiento efectivo. Así que quédate con esto, llevando las revisiones pertinentes que te toca, sin dejar ninguna de lado, te ayudará a ganar la batalla a este virus.

Asimismo, el reconocimiento de una causa infecciosa necesaria permite la prevención primaria de dicha neoplasia mediante la vacuna frente al VPH.