Cuando aterrizamos en un diagnóstico de #VPH surgen muchas dudas y miedos…

Hay cosas que desconocemos, terminología rara y pruebas a las que tendremos que enfrentarnos.

La colposcopia es una de las pruebas por la que tenemos que pasar en un momento u otro.

La buena noticia es que NO duele. Ya que simplemente consiste en observar el cuello del útero con una especia de lupa de aumento. Y esto es indoloro .

El procedimiento para tomar la colposcopia se realiza en la consulta de ginecología y se inicia de igual forma que la citología, tumbada en camilla, se introduce el espéculo en la vagina para abrir el canal vaginal (un separador en forma de pato), y se mira cómo está el útero…

 Esto es lo verdaderamente incómodo y molesto. Y dependiendo del grado de tranquilidad o nerviosismo que llevemos cada una, se vivirá mejor o peor.

La colposcopia es una prueba que sirve para observar el cuello del útero con la lupa que te comentaba (colposcopio). Se aplica un líquido (acético o tricloroacético), es una tintura que permite observar posibles anomalías. Se observan las células uterinas y si existen cambios en el color de la zona.

 Si hay alguna zona sospechosa de lesión celular se tomará una biopsia. No hay que hacer ningún reposo, ni tratamiento posterior. Únicamente es posible que manche la braguita por el ácido que utilizan, pero nada más.

Estad Tranquilas!!!

 En unos días o semanas tendremos el resultado del estudio anatomopatológico.

 ¿Y qué es la biopsia? Te lo explico en mi próximo artículo…